Descubriendo el Freeride Femenino

2 de diciembre de 2014

Las mujeres en los deportes siempre han sido poco vistas. Sobre todo cuando se trata de la práctica profesional. Pero no por ello, quiere decir que sea inexistente.

A medida que van pasando los años las mujeres nos vamos abriendo camino, dejando ver nuestras habilidades que no dejan nada que envidiar a las de los hombres.

He vivido en el mundo de la nieve desde pequeña, mi madre es profesora de esquí, así que podría decir que he crecido con los esquís en los pies. Por eso quiero hablar sobre lo que he visto y vivido.

En el esquí alpino, sobre todo en España, gracias a dos corredoras muy destacadas en los últimos 15 años, ha sido más conocido por las mujeres que por los hombres. Cosa poco habitual. Pero este es de los pocos deportes donde las féminas son más afamadas.

Es debido, a esta falta de conciencia de las capacidades femeninas que a una le hace replantearse las cosas. Y eso es lo que hicimos con un grupo de amigas que nos gusta mucho el Freeride. Darnos a conocer en una disciplina de nieve que está cogiendo carrerilla en los últimos años. Por ello creamos el proyecto de “ Two Faces ”. Es gracioso, que desde que realizamos este proyecto, han ido apareciendo otros con la misma temática. Seguro que algunos ya estaban, pero es desde que todo esto comenzó que veo a mi alrededor todo va cambiando. Voy conociendo chicas que me sorprenden las maravillas que están logrando y que te hacen querer que lo logres tú también.

Esforzarse para descubrir, para superar también esos límites que te habías impuesto pensando que no podrías llegar a más, generalmente por un miedo confundido con el riesgo. El por qué escogí practicar el freeride, fue por varias razones. Una de ellas, y de las más importantes, es que está envuelto por la montaña sin verse alterado ese medio, como es en el caso de las pistas de esquí otorgándote con ello una superior sensación de libertad, además de aquella nieve suave que vuela a tu alrededor mientras te deslizas por ella, como si flotaras. Haciéndote sentir cómodo con todo lo que te rodea. Otra de las particularidades del freeride a diferencia del esquí por pista o de las modalidades del esquí alpino clásico, es la de salir a la montaña con tu equipación acompañado, ya sea por el peligro que puede suponer en algunos casos o porque la conciencia de su práctica no es tan individual y une a las personas.

Descubriendo el Freeride Femenino la realidad, es que esquiando por fuera pista, haciendo lo que mis amigos y yo conocemos como “Powder”, he conocido a todo tipo de gente increíble, que me han hecho crecer como persona y me han ayudado a superarme a mí misma.

Por eso, en conjunto con mi grupo de amigas, seguimos queriendo mostrar que las mujeres podemos ser increíbles. Hay que apartar el miedo y las inseguridades e intentarlo con todas nuestras fuerzas, porque no es imposible para nosotras lograrlo. Aquí no vale la excusa de que no somos como los hombres. No se requiere de la fuerza física como principal factor de rendimiento para su ejercicio. Solo se necesita de la técnica, de la fuerza de voluntad, de la capacidad de concentración, de la mejora de las propias habilidades y de creerte que puedes hacerlo. No hay más secreto.

Con esta mentalidad, y como entrenadora de esquí, conjuntamente con mis compañer@s de profesión buscamos que las nuevas generaciones nos den mil vueltas y puedan alcanzar todas aquellas metas deportivas que se propongan. Con el fin, de que esta pasión no se pierda con nosotr@s.